Las cofradías de Tlajomulco, una tradición llena de fe y devoción

La celebración comenzó desde temprana hora en la Iglesia del Hospitalito de Tlajomulco, las 6 familias que constituyen la cofradía que se encarga cuidar y administrar la Parroquia están de fiesta por terminar un año de labores dedicadas a la Virgen de la Purísima Concepción y entregar la responsabilidad a una nueva cofradía.
La cofradía se divide en 6 parejas que por orden descendente en edades se dividen de la siguiente forma: Tatita, Mayores, Topile, Mantopile, Sipil y Chiquito. Mismas que se turnan semana a semana para responsabilizarse de la iglesia.
Cada uno de los matrimonios elegidos dentro de la cofradía erigieron su cocina, que es una ofrenda dedicada a la Virgen y una tradición pasada de generación en generación. Aunque es similar en su constitución a un altar de muertos, posee elementos que las distinguen de los anteriores, como los adornos de carrizo y el pan pinto.
Ya por la tarde, 3 carros alegóricos se encargaron de engalanar las calles de Tlajomulco, llevando en ellos las imágenes peregrinas que se encuentran resguardadas por distintos gremios como el de La Rosa, el de Las Costureras y el de los Albañiles.
En el atrio se colocan los arcos, que representan el agradecimiento y la bienvenida a la gente del pueblo y a los nuevos cofrades. Los adornos constan de juguetes de los niños de las familias elegidas.
Fe, oración y devoción se derramaron durante la procesión que acompañó a las vírgenes peregrinas. Al regresar al punto de partida, la Iglesia del Hospitalito, se ofició una misa cantada para posteriormente proseguir con la quema de tres coloridos castillos que iluminaron la noche.
Así comenzó el periodo de un año, que une a seis familias que vivirán como una hermandad, unidas por la tradición y la devoción que trasciende las generaciones.