Uno de los objetivos que tenemos en Tlajomulco es revivir nuestras tradiciones, a través de los talleres culturales, donde además de aprender diversas metodologías, los alumnos pueden encontrar una fuente de ingresos que ayude a la economía familiar.
Una de las técnicas que se imparte en éstos es la cartonería, que consiste en realizar personajes fantásticos, figuras y juguetes de cartón, y data desde los primeros años del Virreinato. Junto con la maestra Nancy Medina, decenas de tlajomulquenses han adoptado este método luego de descubrir las maravillas que pueden realizar con artículos tan simples como el cartón, papel maché, engrudo y material reciclado.
“Darle vida al papel”, como dice la maestra Nancy, y poder realizar lo que a cada quien se le ocurra es la magia de este arte. Tras dos años de aprendizaje, entre los trabajos destacados del taller de las instalaciones del Centro Multidisciplinario El Valle, en Chulavista, destacan la creación de las catrinas que se expusieron en el festejo del Día de Muertos en Cajititlán y exhibiciones en el Foro Café Denker.

Las principales creaciones son las calaveras, para Día de Muertos; piñatas para las fiestas decembrinas, y alebrijes para el Día del Niño, aunque en la cartonería cada quien  descubre una forma de hacer sus propias esculturas de manera informal y crear lo que se les ocurra.
“La cartonería nos da la posibilidad de crear arte-objeto, es libre y me permite imaginar lo que sea y llevarlo a cabo en el cartón. Si no estudias un arte de repente no puedes reproducirla, y con el cartón y el papel puedes crear lo que sea”, indicó la maestra Nancy, quien asegura que el propósito no consiste en que lo aprendido se quede en el salón de clases, sino darle a sus alumnos la posibilidad de que ellos se puedan autoemplear vendiendo sus piezas.
El colorido de estas obras ha sido del gusto de la gente y por el costo es más fácil de venderse. Ver su nombre en la publicidad de las exposiciones que han realizado, pero sobretodo la convivencia familiar que genera este arte, motiva a los alumnos a crear más figuras.
“La exposición más grande que he tenido y que me ha fascinado es la de los catrines grandes, duramos seis meses haciéndolas, me dio mucho gusto ver a las personas tomándose fotos con las figuras que nosotras hicimos y nuestros hijos están orgullosos. Mi objetivo es involucrar más a mis hijos, una de mis hijas hizo una tortuga, la otra un cráneo, entre más figuras hago más me gustan”, dijo la señora Raquel Rubio.

“Mi primera catrina que hice se la regalé a mi hermana, después continué con una piñata y se la quebré a mi hija el día de su cumpleaños. Luego mi hija hizo un payasito, nunca en mi vida había hecho este tipo de piezas y mis familiares están muy asombrados y también quieren aprender”, mencionó Esmeralda Casillas, quien ingresó hace un año al taller.
“Invito a las personas que se animen entrar al taller, lleven a sus hijos, está muy bonita la experiencia y la convivencia”, agregó María de la Paz Medina, quien conoció el taller de cartonería tras la invitación de una amiga.
En nuestros talleres el arte se convierte en oficio y los resultados llegan; por esta razón se realizará la exposición “Nuevas Manos, Nuevas Miradas”, el 11 de diciembre a las 18:00 horas en la Casa de la Cultura de Tlajomulco “Francisco Sánchez Flores”, localizada en Calle Zaragoza Oriente, colonia Centro, donde se realizará una subasta de artesanías realizadas por los alumnos.

Lo que inició como un simple hobbie se ha convertido en una rutina. En Tlajomulco creemos que nunca es tarde para atreverse para atreverse a experimentar nuevas actividades, que todo lo que nos propongamos lo podemos realizar, y como muestra están los talleres culturales, donde además la convivencia genera que surjan nuevas amistades.