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Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco; a 07 de julio de 2024

La Unidad de Rescate de Fauna de Tlajomulco ha rescatado a 5 mil 762 animales desde el año 2021

El Área Natural Protegida del Parque Nacional Volcán Nevado de Colima tiene un nuevo inquilino. Un felino en peligro de extinción que fue rescatado y reubicado por la Unidad de Rescate de Fauna Silvestre de Tlajomulco.

Se trata de un tigrillo hembra que fue encontrado en estado de deshidratación en la carretera Santa María del Oro a Valle de Juárez por elementos de la Guardia Nacional, y en coordinación con la Profepa, fue recibido por la Unidad de Rescate de Fauna Silvestre el pasado 15 de junio para recibir atención.

“El ejemplar se hidrató, se canalizó a un Centro Especializado en Felinos, y afortunadamente no contaba con ninguna lesión, simplemente la deshidratación, afortunadamente en el lapso de rehabilitación subió casi 500 gramos, el ejemplar estaba muy bien”, explicó Luis Alberto Cayo Cervantes, titular de la Unidad.

El sitio ideal para su reubicación es el Nevado de Colima, un área de 100 mil hectáreas de bosque donde se encuentran más de 240 especies de aves y mamíferos, incluyendo todos los felinos mexicanos.

“Nadie entra aquí, nadie, esta es una zona de alta biodiversidad, aquí están los 6 felinos mexicanos, aquí hemos fotografiado el jaguar, puma, ocelote, tigrillo, jaguarundi, lince. Entonces estamos muy contentos de que el Nevado de Colima sea uno de los últimos refugios para la biodiversidad”, indicó José Villa Castillo, Director del Parque Nacional Volcán Nevado de Colima.

La reubicación del ejemplar se realizó el pasado miércoles con el apoyo de la Dirección del Parque Nacional Volcán Nevado de Colima, y bajo la supervisión de Profepa, el organismo encargado de la restauración, preservación y protección de los recursos naturales a nivel federal.

El punto de la liberación se ubica a 40 kilómetros del pie de carretera en una zona inaccesible para los humanos que cuenta con todos los elementos para que el ejemplar pueda continuar con su ciclo biológico.

“Son 2 horas y media de trayecto para poder regresar a este ejemplar que tardó 15 segundos en correr y no verlo nuevamente, pero sabemos que tendremos una reserva genética más en este espacio tan importante”, concluyó Cayo Cervantes.