Iván Luna: un servidor público que transforma la adversidad en vocación

Boletín Informativo
Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. Domingo 28 de diciembre de 2025
Iván Luna: un servidor público que transforma la adversidad en vocación
Su experiencia, sensibilidad y compromiso han convertido su labor en un referente humano y profesional para sus compañeros
A sus 50 años, Omar Iván Luna Martínez, despachador de emergencias del C4 Tlajomulco, ha construido una trayectoria marcada por la entrega, la disciplina y un profundo compromiso con el servicio a la comunidad. Su carrera comenzó como paramédico, una vocación que lo llevó a desempeñarse en Servicios Médicos Municipales y Cruz Roja de Etzatlán Jalisco, Cruz Roja Guadalajara, el SAMU y Servicios Médicos de Tlajomulco.
Su camino se transformó con el avance de un padecimiento congénito llamado aniridia, condición que afecta el funcionamiento del iris y modifica la sensibilidad a la luz. Con el avance del diagnóstico, tomó la decisión de migrar del campo operativo a los centros de comunicaciones como especialista en la administración y coordinación de los recursos, mediante el despacho de ambulancias, sin renunciar al propósito central que ha guiado su vida: ayudar. Como él mismo resume, «al fin y al cabo lleva la misma finalidad: ayudar a la población».
Hoy, la tecnología se ha convertido en una aliada que le permite continuar desempeñando su labor con precisión, ampliando textos e imágenes para facilitar su trabajo. Desde su rol como despachador, Iván sabe que la calidad de la atención inicia desde la correcta gestión de la información. Haber estado en campo le permite comprender exactamente lo que sus compañeras y compañeros necesitan antes de llegar al lugar de una emergencia. Por ello, dedica tiempo a investigar cada emergencia reportada, compilar datos clave y anticipar escenarios para que las unidades acudan mejor preparadas.
Su experiencia ha estado marcada por episodios que dejaron huella, como su participación en la atención de las explosiones del 22 de abril en Guadalajara, donde —a pesar de las pérdidas— quedó grabada la certeza de haber podido ayudar a decenas de personas. En situaciones límite, Iván sigue fielmente los protocolos y mantiene su convicción humana: «Cuando valoras a un paciente y crees que las lesiones son incompatibles con la vida, pero aún está respirando, debes aplicar lo que indican los protocolos establecidos. Al final, el que decide es el de arriba».
Pese a la naturaleza estresante de la atención de emergencias, Iván procura cultivar la calma y la camaradería entre sus compañeros. Sabe que el trabajo en C4 de Tlajo exige claridad emocional y empatía, tanto hacia la ciudadanía como hacia el propio equipo. En sus días de descanso busca desconectarse, convivir con amigos y familia, o disfrutar del cine.
Fuera de su faceta profesional, conserva recuerdos entrañables de su juventud, cuando jugaba básquetbol y, por un breve periodo, incursionó en la lucha libre amateur bajo el nombre de “Súper Muñeco”.
Con los años, su vocación y entrega se han convertido en un referente dentro del C4 Tlajomulco. Él mismo lo expresa con sencillez y corazón: «Cuando das todo de ti, las personas reconocen tu trabajo, ya sea aquí en campo o como despachador de ambulancias».
El trabajo de Iván es reconocido desde la dirección del centro, pues para Filemón Martínez, director del C4 Tlajomulco «es de reconocer la labor que desempeña Iván, con mucho profesionalismo, con toda la ética, el compromiso, la responsabilidad y la disciplina que este tipo de centros necesita».
La historia de Iván Luna es la de un servidor público que personifica el espíritu de servir: vocación, resiliencia y la convicción de que el servicio a la ciudadanía se construye todos los días, con humanidad y con el corazón.

