La máxima representación popular para los americanos han sido los ayuntamientos, puesto que constituyen el órgano de Gobierno institucional más antiguo en el continente (López, 1969). Este importante órgano en Tlajomulco y Jalisco tuvo respaldo por la ciudadanía porque le permitió tomar decisiones, voz y voto para el devenir histórico de Jalisco.
La garantía de igualdad se puede entender así: el nuevo ayuntamiento lo componían indígenas, españoles americanos y castas, que debieron alegrarse de ya no tener a personajes ajenos e impuestos con arbitrio (el subdelegado), nadie mejor que ellos podía conocer sus propias necesidades. También hablamos de que el poder dejó de concentrarse en una sola persona y se dividió en tres: poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial.